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PRIVILEGIOS

El otro día se ha informado que el Tribunla de Cuentas se niega a auditar el dinero que la Iglesia recibe del Estado.  Hay gente que pide que la Iglesia page el IBI de todos sus bienes inmuebles.  Lo mismo que hacemos todos los ciudadanos. La Iglesia no paga el IBI y tampoco desea que sus cuentas sean fiscalizadas.  La razón que da el T. de Cuentas es que la Iglesia recibe un dinero que los ciudadanos le asignan en la casilla de la declaración de hacienda.  Esa procedencia no deja de ser un dinero público que  el Gobierno debe comprobar si se ha destinado a los objetivos previstos.  No parece lógico que recibiendo centenares de millones de euros, no tenga que someterse a un cierto control público.  Salvo que se razone como el obispo del dibujo de El Roto. 

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