Otro dia hermoso que he aprovechado para continuar trabajando en la huerta. Y esta me devuelve sus productos. Antes de retirarme he cogido unos guisantes, que servirán de cena y una lechuga que estará en mi comida. He dado otra lechuga y unas acelgas a Loly que, a su vez, me ha dado huevos de sus gallinas. La cena será guisantes con revuelto de uno de los huevos recién recogidos. Abajo, se ven unas nueces reservadas para Jesús, el hijo de Ciuco. Al sol ganan en sabor. Estoy escuchando las intervenciones en el Congreso y oir las cosas que se dicen es peor que padecer la enfermediad de la pandemia. Solo la huerta, contemplar el entorno primaveral y poder comer algunos de sus productos, ayudan a soportar tanto dislate. La huerta ayuda a entender todo lo que acontece de una manera sosegada y natural. Y la literatura, también. Saludos.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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