En esta ocasión he utilizado el tamaño "extra grande" de la foto para que no se pierda nada del efecto visual pretendido. Se trata de la llegada de un transatlantico a Venecia. Entra por un de sus canales y poco tiempo después descenderán varios miles de personas para visitar esa pequeña joya que es Venecia. El resultado es que desde hace años se ha disparado la preocupación por la conservación de esa ciudad. Recientemente la ONU, por segunda vez, ha advertido al gobierno italiano de la irreversibilidad en el deterioro de la ciudad. El Gobierno italiano tropieza con muchas dificultades para introducir moderación en la afluencia de visitas. Todos los que viven del turissmo protestan alegando limitaciones a la libertad de mercado. El hecho es que para mucha gente, Venecia ha entrado en una situación de deterioro dificilmente controlable. La imagen describe perfectamente la entrada brutal de la modernidad, encarnada por el enorme barco, en una pequeña población medieval. Y todo esto en nombre de la liberta de mercado. He leido que en Ibiza se está produciendo un fenómeno similar. La afluencia de gente en verano es tal que desborda los recursos de todo tipo. Los ecologistas han planteado establecer un límite a los visitantes a fin de preservar los recursos de esa población. Los grandes partidos de siempre se han negado y aluden, como siempre, a la libertad de mercado. Se trata de matar a la gallina de los huevos de oro. La imagen me parece excepcional por su valor descriptivo. Y la pregunta es si debemos seguir apoyando esta dinámica.
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