Hoy han bajado de manera notable, las temperaturas. No se puede hablar de la llegada del invierno pero de momento he cambiado los pantalones cortos por otros largos. Y se agradece. Previendo esto, ayer puse unos garbanzos a remojo. Y esa ha sido mi comida. Por la foto se ve que los garbanzos tenían un pinta excelente y despues de haberlos comido, puedo decir, que estaban extrordinarios. Suelo hacer una cantidad suficiente para mi y para que los gatos también pueden participar de este plato. Ni ellos, ni yo, hemos dejado nada. Queda, pues, inaugurada la temporada gastronómica invernal.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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