NACIONALISMOS

"Ojalá hablara mas idiomas de los que hablo, ojalá hubiera vivido en mas paises y ojalá más genete comprendiera que la expatriación no es el exilio; es solo la pertenencia de aquellos que eligen su hogar en lugar de heredarlo".  Esta es la opinión que M. Ignatieff, autor del libro Sangre y pertenencia. Viajes al nuevo nacionalismo.  Sin haber viajado tanto como este canadiense profesor de Derechos Humanos en la Uni. de Toronto, ni haberlo hecho con el mismo objetivo, comparto su opinión y el deseo de asimilarme a la "expatriación".  Leer y viajar son actividades que ayudan a entendernos y a comprender mejor el sentimiento de pertenecer a una nación.  En España hay nacionalismos de centro y periféricos, cívicos y étnicos según Ignatieff y buenos y malos según mucha genete y cada tiempo.  El autor alude, en un momento, a Freud, creador del término "narcisismo de la pequeña diferencia".  Los nacionalismos aumentan en su imaginario, lo que en la realidad son pequeñas diferencias.  Para mucha gente, los "enemigos" siempre son necesarios para recordarse de lo que son y sentirse seguros.  Ayudan a autodefinirse.  Se refugian en la simplicidad y son incapaces de aceptar el pensamiento complejo. La realidad, social y humana, es muy compleja y muy flexible, que evoluciona con enorme rapidez. Por eso desconfio de los nacionalistas y de sus argumentarios.  Salud, y espiritu libre. Hoy comeré en Laredo celebrando la jubilación de Pilar Mosquera.  Ya comentaré mañana.