Hace unos pocos dias subí la foto de un pajarito muerto en mi porche. Me pareció entender su fatal destino. Vienen a comer algo de lo que pongo a los gatos-. Es un pequeño plato de plastico, colocado en el centro del porche. Tiene fácil entrada e igualmente fácil salida. Salvo que te dirigas hacia el poniente en donde tropezarán con el cristal. Todo indica que se ha estrellado con el cristal invisible y su fragilidad hace que mueran con ese golpe. Por eso el titulo de "el terror del porche". Lo lamento.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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