Eva me ha traido estas setas que Pedro, su marido, ha cogido en su finca. Son senderuelas. Son setas pequeñas, que nacen ràpidamente con las lluvias y muy sabrosas. Estan sanas y limpias, así que poco hay que hacer salvo prepararlass en una sarten. Abajo esta una coliflor que acabo de recoger esta tarde de la huerta. Es la última de unas pocas que sembré a la entrada del invierno. A modo de intercambio, a Eva la he dado las primeras judias verdes que ya he recogido del invernadero. Yo tendré que esperar unos días para recoger una cantidad suficiente para hacer un plato. Con la huerta ya produciendo, hace ya bastante tiempo que no como nada de carne. No se trata de una actitud alimentaruia, sino aprovechar lo que la huerta, y el tiempo que decía Maria, dá.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
Comentarios
Publicar un comentario