Hoy he preparado la segunda tanda de caracoles. Es lo habitual en Navidades. El otro día me llamó Fina para comentar algo sobre el proceso de preparación, sobre todo limpieza, de los caracoles. Durante tres dias, les lavo con agua, moviéndoles suavemente para no romper la cascara. Los caracoles, que ya están "encerrados" se despiertan y coloboran en la limpieza. Nunca hay que poner sal ni agua caliente: esto mata al caracol. Cuando se cuecen los caracoles (tres o cuatro veces) conviene hacerlo de tal manera que el cuerpo del caracol se vea como en la foto izqueirda.
Una vez ya limpios, se hace la sasa y se les deja cocer. Toman color, como se ven la foto, y sabor. Me parece que en esta ocasión me he pasado con la guindilla. Intentaré arreglarlo en los días que vienen. El color en los caracoles, es fundamental. Estos caracoles que se han preparado hoy, se comenzarán a comer el día de Noche Vieja. Con el tiempo van ganando en sabor. Saludos
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