Durante casi un mes, desde que nacieron los gaitos, han estado en el lugar elegido por la madre en el garage. Era un buen lugar pues estaban calientes y seguros. Pero cuando ya han comenzado a andar y moverse, el espacio era lago estrecho. Así pues, preparé una caja grande en cuyo fondo puse unas telas y la coloqué en el porche debajo de la mesa. Estaban abrigados y ahora disponian de mas espacio que la madre, me parece, agradecia pues podian moverse mas cómodamente. Se adaptaron sin problema. La caja tiene una altura de más de una cuarta. En principio, los gatitos no podian salir.
Ahora ya lo hacen y, yo creo, que disfrutan comprobando sus nuevas habilidades. Los gatos desean explorar todo y , salvo cuando duermen, ya están paseando por el porche. Y la madre esá atenta. Cuando salgo al porche a verles, no se separan de mi pie. Creo que salen a la madre y esso me gusta. Ya contaré mas historias.
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