En esta tarde muy calurosa, he realizado la primera cosecha de fruta. Se trata de ciruela. Es un fruto de muy corta duración. En pocos dias pasan de estar aún inmaduras a ser objeto de competencia enconada con pájaros y otros animalejos. Cuando las he recogido, muchas, aún en los árboles, están medio comidas. No hay problemas pues comparto con los pájaros lo que se produce en mi huerta. Hay dos clases de ciruelas. Las amarillas, llamadas japonesas, son muy productivas y el exceso de cosecha deriva en un aprecio menor. Las otras, verde claro, son claudias. Son escasas pero tiene un mejor sabor. Ahora están en la nevera y, de vez en cuando, como alguna. Frescas y con un excelente sabor, constituyen un manjar. Hoy mi cena va a ser. unas rodajas de calabacín frito, ensalada de tomate con pepino tierno y ciruelas, de postre. Con este calor, no se puede pedir mas.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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