Ayer vino Miguel Angel y ha segado toda la hierba. La finca está hermosa, con la hierba muy verde, corta, dejando ver los árboles enteros y con las yemas a punto de dar paso a las flores. Hace algún tiempo habiamos hablado de arreglar la caracolera (la antigua que se ve en la foto de abajo la lado izquierdo). Ayer me ha traido una nueva hecha por él. Tiene una pinta muy buena y dan ganas de ser caracol para meterse dentro. La antigua está reparada de manera muy precaria. Así que mañana habilitaré el interior para que los caracoless puedan estar cómodos y pasaré los que ya están en la antigua. Lo que no voy hacer ess llamar a un sacerdote para que la bendiga: tal como está va a funcionar perfectamente. Algún día mostraré como se acomodan en su interior los caracoles.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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