Acaba de salir el sol y he buscado a los corderos. La nieve comienza a ceder y la madre también comienza a comer con las hierbas que van quedando libres. Los dos corderitos están acostados a su lado (entre ella y la pared de piedra). Me he levantado dos o tres veces durante la noche y he visto que la madre ha estado de pié cubriendo con su cuerpo a las crias del frio (-1) y de la nieve. No deja de ser maravilloso poder contemplar estos comportamientos en seres como los animales que mucha gente aún pretende considerar seres muy inferiores. Ayer he visto que PATMA, asociación animalista, ha denunciado la muerte de 20 perros que previamente habian sido encadenados a las vias del tren. Ya no voy a pensar que los seres humanos son capaces de no respetar una pequeña tregua en Siria para que los heridos por los bombardeos pudieran recibir ayuda. Ni quiero pensar como estarán los miles de refugiados de Siria que se encuentran en campos muy precariamente dotados con estos frios en luga