Acabo de finalizar la lectura de un libro que me regaló Juli por Reyes, (La luz que no puedes ver). Narra una historia magnificamente contada. Una historia de dos jovenes, ambos desprotegidos, en bandos encontrados, que llegan a encontrarse através de la lectura del libro de Julio Verne (Veinte mil leguas...) y lo hacen por medio de pequeñas y rudimentarias radios, con finalidades igualmente contrapuestas. Así que finalizado el libro ya comentado, intento comenzar con Verne y su largo viaje por las profundidas del mar. Espero que esta nueva lectura me reporte igual respaldo moral e intelectual. En esta ocasión no he copiado la portada del libro, sino la contraportada, que muestran las ilustraciones originales de Riou y Montaut. Explendidas.
El otro día, Carmen, me ha dado esta pieza de carne (codillo) que se ve a la izquierda. Las compra en Ikea, las congela y las va comiendo con Roberto cuando desean. Una vez descongelada, yo la he calentada en el horno. Simplemente es calentarla, pues ya está preparada y asada. No hay que sazonarla pues ya viene totalmente hecha. Es una pieza para dos personas y en mi caso, para dos veces. Hoy he comido la parte que se ve en la foto inferior. Mañana, 2ª parte. Este plato le acompaño con ensalada de tomate. El aspecto es muy bueno y está muy bien cocinado tanto en el sabor como en el punto. La verdad es que es un acierto.. No me importaría tener alguna pieza más en el congelador. Me dispongo a sentarme y leer algo, cuando por la radio se cuenta cómo se está desarrollando la marcha de la Diada en Barcelona. Para poner una música que sintonize con este acontecimiento, voy a escuhcar a Los Relmapagos. Volveré a escuchar canciones como Nit de Llampecs o La Santa Espina, cancio
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